No hay nada como los clásicos, pero... ¡qué largos y complejos resultan éstos a veces a nuestros Quijotes y Dulcineas...! Pero... ¿por qué no leerlos de una forma más amena y entretenida para ellos?
Aquí os presento la solución: ¡Tatatachán...! ¡Mortadelo y Filemón versión Don Quijote!
No hay recurso más divertido que un cómic para atraer la atención de los niños, con coloridos dibujos y graciosas burbujas. Como profesores tenemos que acercarles hacia la lectura, adaptando los textos a sus niveles de comprensión y motivando hacia futuros metas y proyectos.
¿Te apuntas a la aventura? ¡Allá vamos!
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